miércoles, 23 de mayo de 2012

LA LEYENDA DE EGILONA Y ABD AL-AZIZ.

Es veridico que el hijo de Musa, se casó con la viuda del infortunado rey Rodrigo y que ambos tuvieron un hijo.
Abd al Aziz tenía fama de ser caballeroso y generoso con los vecinos cristianos ,siendo tan esforzado como valiente en el campo de batalla. Se enamoró de una cristiana a la que conoció como cautiva al conquistar la ciudad de Mérida. Nada más verla, se quedó prendado de la belleza de sus ojos y de su cara de digna dama. Egilona o Ayela, como la llamaban las crónicas árabes, correspondió a los sentimientos del joven musulmán.

Al ser llamado Musa y Tariq a Damasco por las rencillas que tenían con respecto al poder del reino árabe, Abd al-Aziz quedó como gobernador de la España musulmana. Fue el momento que escogió para contraer matrimonio con Egilona y realizar su sueño de tenerla a su lado, asi le daría todo el amor que sentía por ella. Se casaron pensando en compartir su vida y sus sentimientos pues nunca tuvo otra esposa. Para demostrarle su amor, le permitió conservar su religion. Esto fue bien acogido entre la comunidad mozarabe ( cristianos que vivian en tierras moras ) que se sentian muy agraciados por tal matrimonio.
Abd al-Aziz , en la intimidad, la llamaba Umm al-Usam que significa " La señora de los hermosos collares " y tambien Zahra bint Isa, que quiere decir "Flor, hija de Jesús".

La popularidad del nuevo gobernador iba en aumento, lo que propició que enviase al califato de Damasco grandes cantidades de dinero y hermosas joyas . El califa era Sulayman y aceptaba cuanto le mandaban desde España, pero comenzó a pensar que la familia de Musa estaba volviéndose demasiado rica y poderosa . Un hermano del gobernador regía en Tanger y otro lo hacía en Kairuán.

Sulayman, lleno de envidia y colmado de celos, firmó una orden de ejecución para los tres hermanos. Los amigos de Abd al-Aziz en el ejército, quedaron consternados por la orden pero debían fidelidad al soberano que reinaba en la tierra en nombre de Alá y no podían rehusar de acatar las ordenes.
El gobernador de la España musulmana se encontraba fuera de Sevilla disfrutando del amor de su amada en una hacienda donde hizo construir una mezquita para cumplir sus deberes de buen musulman. Su vida transcurría entre la paz y el amor y sus oraciones hacia el supremo Alá.

Entre los verdugos de la ejecución existía inquietud y decidieron comenzar a difundir que el gobernador era un mal musulman y que había renegado del Islam por consejo de su esposa, la goda Ayela. Con estas acciones evitarían así la muerte de su amigo.
Las masas, propensas a los rumores, se aliaron al califa y eran de la opinión de la ejecución de Abd al-Aziz. Hecho que se oponía al pensamiento de sus amigos y que al fin al cabo todo estaba en contra de Abd al-Aziz. Todo estaba previsto para que fuese asesinado mientras rezara la oración islámica de la mañana. Los enviados del califa, que eran cinco, le clavaron sus lanzas para que nadie pudiera ser considerado asesino en solitario.
Otros relatos dicen que el populacho entró en la mezquita y les ahorró el trabajo.
Su cuerpo fue enterrado en la mezquita y su cabeza, cortada, y enviada a Damasco para que el califa comprovase que su orden había sido ejecutada.

Sulayman, que mantenía preso a Musa, le enseñó la cabeza de su hijo. Este maldijo a los asesinos suplicando que le cayera la peor de las maldiciones. Alá , que es justo y piadoso, cargó toda su ira sobre esta injusticia que se había cometido e hizo que el califa falleciese inmediatamente.
Egilona, la esposa del gobernador, lloró sobre la tumba de su amado y cuando el avance de los cristianos iba alcanzando tierras moras, buscó amparo en algún convento en el que seguir llorando las penas que le atormentaban por la ausencia de su valiente señor y todos los malos momentos de su vida.

HISTORIAS Y LEYENDAS.....