sábado, 5 de enero de 2013

As-Salam (cuento)



Allah invita a la Morada de la Paz y dirige a quien Él quiere a una vía recta.

 Erase una vez una mujer llamada Salma. Su vida transcurría entre las oficinas de una gran empresa de transportes y su casa .Trabajaba mucho pero no encontraba estabilidad emocional y pasaba por estados de depresión y desesperanza.

Un día decidió buscar al jefe. La empresa era tan grande que debía ir preguntando e investigando mucho hasta encontrar al Jefe de todos los jefes.
Durante esta búsqueda muchos le aconsejaron que para hablar con el jefe debía ponerse en contacto con su hijo, y que el jefe en realidad no es una sola persona sino que la empresa la dominan tres jefes a la vez, esto fue tan confuso para Salma que decidió seguir buscando por su cuenta sin estancarse en conjeturas.
Tras buscar y buscar , el Jefe decidió que la búsqueda de Salma era sincera y quiso ser hallado por esta humilde mujer, ya que el Jefe conoce todo de Su gran empresa y sabe que muchos le buscan, unos para ascender puestos en la empresa y otros por muchos otros motivos, en este caso, Salma se encontraba perdida y necesitaba que el Jefe le indicase el verdadero camino a seguir.
Una vez que Salma supo quien era, quería conocerle y servirle con sinceridad. El Jefe guió a Salma por el verdadero camino, le indicó los empleados adecuados para aprender de ellos y reveló a su corazón qué mensajes de la empresa eran los verdaderos, cuales los falsos y cuales los corrompidos en parte.
Salma siguió la guía y este simple hecho ya daba a su corazón paz y tranquilidad, cuando aprendía de los mensajes de la empresa revelados por el Jefe sentía mucha más paz y armonía, también cuando pensaba en el Único Jefe sentía verdadera paz.
Un día, Salma se encontraba trabajando cuando dos de sus compañeros comenzaron a discutir, Salma sabía que podrían llegar a un acuerdo y dejar a un lado las disputas, intentó poner paz en la discusión, pero de inmediato la silenciaron, por lo que decidió permanecer tranquila hasta que acabase la discusión.
Una vez terminada la disputa, uno de ellos se acercó a Salma diciendo:
-¿Has visto cómo me ha tratado?
Salma le dijo:
-¿Qué harías si te lanzan una piedra?
Su compañero confuso respondió:
-Pues esquivarla si puedo.
Entonces Salma le dijo:
-Haz lo mismo con las disputas, trata de esquivarlas, y no lances tu también piedras, mas bien lanza flores, lanza redes de amistad para aprisionar la piedra que te lancen, con paciencia, no sólo dejarán de lanzarte piedras, sino que te lanzarán flores también.
Su compañero muy sorprendido, sólo pudo decir:
-Gracias Salma, yo también tuve la culpa, dos no se pelean si uno no quiere, trataré de hacerlo mejor la próxima vez.
Salma se marchó del trabajo muy feliz sabiendo que la paz que le había dado el Jefe ella la estaba compartiendo en pequeñas porciones con sus compañeros, y tenía mucha ilusión por compartirla con toda la empresa, aunque sabía muy bien que la paz verdadera vendría cuando el Jefe lo decidiese, ya que Él es el mas Sabio.
A pesar de que el trabajo de Salma no era muy divertido y vivía en soledad en su casa, confiaba plenamente en la promesa del Único Jefe y dedicaba su tiempo en conocerle y servirle y haciendo esto, recibía tanta paz y armonía que ni poseyendo todos los tesoros de la empresa ni teniendo una gran familia se alcanzaría tanta paz y bienestar.
Aunque Salma reconocía que todavía no había llegado la plenitud de su vida, ya que le faltaba una familia y un trabajo que le apasionara, esperaba con paciencia la promesa de su Señor y vivía con alegría e ilusión cada día de su vida, sabiendo que otros empleados sufrían mucho y no encontraban la paz en sus vidas, y mientras vivía la felicidad de su vida. Salma intentaba por medio de sus humildes recursos ayudar a sus compañeros a encontrar la paz verdadera.
Y cada vez que Salma sentía tristeza o pesar se acercaba a Su Señor, As-Salam (El dador de Paz).

Allah invita a la Morada de la Paz y dirige a quien Él quiere a una vía recta.
Sagrado Corán. 10:25
La Morada de la Paz junto a su Señor es para ellos -Él es su amigo-, como premio a sus obras.
6:127
Es Allah -no hay más dios que Él-, el Rey, el Santísimo, la Paz, Quien da Seguridad, el Custodio, el Poderoso, el Fuerte, el Sumo. ¡Gloria a Allah! ¡Está por encima de lo que Le asocian!
59:23