domingo, 30 de noviembre de 2014

Muhammad II y Muhammad III

Abû `Abd Allâh Mohammed ben Mohammed (Granada, 1235 – Granada, 7 de abril de 1302), fue el segundo rey nazarí de Granada, como Muhammad II reinó entre 1273 y 1302 con el sobrenombre de al-Faqih ('el jurisconsulto') debido a sus conocimientos jurídicos y religiosos.
Biografía[editar]
Al acceder al trono contaba con una gran experiencia política y militar gracias a las tareas de gobierno que había venido desempeñando como visir de su padre, Muhammad I, cuya política de alianzas y pactos cambiantes habría de continuar.
El primer objetivo que se fijó como monarca fue acabar con la sublevación que los Banu Asqilula, gobernadores de Málaga y Guadix, mantenían viva desde el reinado de su padre gracias al apoyo que les prestaba Alfonso X de Castilla. Para ello, en 1274, firma una acuerdo con el rey castellano por el que, a cambio de 300.000 maravedíes y de la ruptura con los nobles castellanos que se habían rebelado contra su rey, este se comprometía a dejar de apoyar a los Banu Asqilula.
El incumplimiento de lo pactado por parte de Alfonso X lleva a Muhammad II en 1275 a buscar el apoyo de la dinastía de los benimerines, asentada en el Magreb. Su emir, Abu Yusuf Yacub, desembarca al frente de su ejército y se asienta en las plazas de Algeciras y Tarifa que les cede el rey nazarí.
Los benimeries, con el apoyo de Muhammad II y de sus rivales los Banu Asqilula, se enfrentan a las tropas castellanas entre agosto de 1275 y enero de 1276, logrando una importante victoria en Écija. Sin embargo, Abu Yusuf Yacub se vio obligado a volver a África para hacer frente a la rebelión interna que estaba sufriendo su propio reino. Durante esta primera campaña militar Muhammad II logró hacerse con Martos, tras lo cual firmó una tregua contra sus enemigos los Banu Asqilula.
En 1277 retorna a la Península Abu Yusuf Yacub y reanuda las campañas militares contra los castellanos, aunque en esta ocasión no contará con el apoyo militar de Muhammad II.
En 1278 se produce un cambio de alianzas cuando los Banu Asqilula ceden Málaga a los benimeríes, lo que lleva a Muhammad II a aliarse nuevamente con Alfonso X, quien envía una flota que logra bloquear Algeciras, aislando con ello a los benimerines de sus bases en el Magreb. Esta circunstancia permite a Muhammad II la toma de Málaga en 1279 sin lucha, ya que su gobernador cedió la ciudad a cambio de 50.000 dinares y de las plazas de Almuñecar y Salobreña.
Tras nombrar gobernador de Málaga a su primo y yerno, Abu Said Faraj, Muhammad II da un nuevo giro en su política de alianzas y pacta de nuevo con los benimerines con la intención de evitar la caída de Algeciras en manos castellanas. Tras derrotar a Alfonso X se produce una nueva ruptura entre los benimerines y los nazaríes, al incumplirse los acuerdos sobre la soberanía bajo la que deberían quedar tanto Málaga como Algeciras.
Esta ruptura desembocó en una nueva alianza de los benimerines y de los castellanos contra los nazaríes, que sufrieron el ataque de la coalición sobre su capital, Granada, en 1280 y 1281. Tras rechazar ambos intentos de tomar la ciudad, Muhammad II aprovechará los conflictos dinásticos que desde 1282 enfrentaban a Alfonso X con su hijo Sancho para aliarse con este y con el rey aragonés Pedro III.
En 1284 fallece Alfonso X y Muhammad II decide acabar definitivamente con los Banu Asqilula que aún conservaban las plazas de Guadix y de Comares. Aunque Comares se entregó sin lucha, Guadix se negó a entregarse y, tras pedir infructuosamente ayuda al nuevo rey castellano, solicitó apoyo militar a los benimerines, que nuevamente desembarcaran en la Península en 1285. Sin embargo, la muerte de Abu Yusuf Yacub en 1286 provocará un cambio de las prioridades benimerines, que a partir de entonces se van a centrar en el Magreb, por lo que el nuevo sultán Abu Yaqub acordará con Muhammad II la cesión de todas las plazas benimerines de al-Andalus con la excepción de Algeciras, Tarifa, Ronda y Guadix. Finalmente Guadix pasaría a manos nazaríes en 1288.
En 1291, Muhammad II firma una alianza con Sancho IV con el objetivo de expulsar a los benimerines de las tres plazas que aún conservan en la Península: Algeciras, que quedaría en manos castellanas, Tarifa, que pasaría a manos nazaríes y Ronda.
Tras colaborar en el asedió de Tarifa, que será tomada el 13 de octubre de 1292, Muhammad II basculará nuevamente hacia los benimerines al no obtener la prometida soberanía sobre la plaza conquistada. Para ello se desplazará a Tánger, donde en 1293 se entrevistara personalmente con el sultán, acordando que, tras la conquista de Tarifa, esta quedará en poder benimerín a cambio de Algeciras y Ronda. Se inicia entonces el asedio de Tarifa, plaza que resistirá al mando de Alonso Pérez de Guzmán que ha pasado a la historia con el sobrenombre de Guzmán el Bueno.
La fracasada toma de Tarifa llevará a Abu Yaqub a abandonar definitivamente sus pretensiones territoriales en la Península, por lo que, en 1295, cederá a Muhammad II las plazas de Algeciras y Ronda que aún mantenía en su poder. Sin embargo, Ronda se rebeló y su gobernador, perteneciente a la familia de los Banu Hakim, se declaró independiente. La crisis se solucionará en 1296 cuando, tras llegar a un acuerdo, Muhammad II entró en Ronda.
Con esta última conquista, la integridad territorial del Reino de Granada se restituyó en su totalidad y Muhammad II se centró a partir de entonces en lograr su consolidación, para lo cual contó con los problemas dinásticos que habría de sufrir Castilla a raíz de la muerte de Sancho IV en 1295 que sería sucedido por Fernando IV de Castilla, de tan sólo 9 años de edad, y que deberá hacer frente a las pretensiones dinásticas de los Infantes de La Cerda. Este conflicto sucesorio permitirá la toma de las plazas fuertes de Quesada (1295) y la ciudad de Alcaudete (1300).
Muhammad II falleció en 1302, siendo sucedido en el trono por su hijo Muhammad al-Makhlû.

Muhammad III de Granada
Abu Abd Allah Muhammad Ibn Muhammad (Granada, 15 de agosto de 1257 – Almuñecar, 21 de enero de 1314). Tercer rey nazarí de Granada, reinó entre 1302 y 1309 como Muhammad III , y fue conocido con el sobrenombre de al-Makhlu (el depuesto) debido a que en 1309, fue obligado a abdicar a favor de su hermano Nasr.
Sucedió en el trono granadino a su padre Muhammad II continuando su misma política exterior al mantener las campañas militares contra el Reino de Castilla lo que le permitió en 1303 tomar la ciudad de Bedmar tras lo cual firmó un acuerdo con la otra gran potencia peninsular, el Reino de Aragón. Igualmente intentó consolidar sus relaciones amistosas con los benimerines apoyando a su sultán Abu Yaqub mediante el envió de tropas que colaboraron en el asedio que este mantenía sobre Tremecén.
Estas relaciones amistosas con aragoneses y benimerines se vieron pronto enfriadas cuando Muhammad III decide, en 1303, pactar una paz de tres años con el rey castellano Fernando IV al que le rindió vasallaje comprometiéndose al pago de un importante tributo anual. Este movimiento político provocó la firma de la Paz de Ágreda entre el rey aragonés Jaime II y el rey castellano Fernando IV.
Tras sofocar la rebelión que encabezó el valí de Guadix, su pariente Abu al-Hachach ben Nasr, Muhammad III vio asegurada su posición en la Península y pasó a centrar su atención en el norte de África. En 1306 armó una potente flota que tomó Ceuta y, tras expulsar a los hasta entonces aliados benimerines, se proclamó “Señor de Ceuta”.
La importancia estratégica de Ceuta llevó a castellanos, aragoneses y benimerines a firmar una triple alianza contra Granada en la que las tres potencias pactaron que tras la derrota de los nazaríes Aragón se anexionaría Almería, Castilla tomaría posesión de Algeciras y Gibraltar, y los benimerines recuperarían Ceuta.[Citation needed]
Esta alianza desencadenó una conspiración que, encabezada por Nasr, el hermano de Muhammad III, provocaría la abdicación de este y su destierro en Almuñecar donde fallecería en 1314.