jueves, 12 de julio de 2012

Abd al Rahman. Primer Emir Independiente.

Abd Ar-Rahman ibn Mu'awiya ibn Hisham ibn Abd al-Malik (en árabe, عبدالرحمن بن معاوية بن هشام بن عبد الملك), conocido como Abderramán I o Abd al-Rahmán I al-Dājil (الداخل: el que entra o el Inmigrado) (Damasco, marzo de 731 - Córdoba, 788) fue un príncipe de la dinastía omeya que tras diversos azares se convirtió en el primer emir independiente de Córdoba en el 756.


Nieto de Hisham ibn Abd al-Malik, el décimo califa omeya, e hijo del príncipe Mu'awiya ibn Hisham y Rah, una concubina esclava cristiana berebere de la tribu Nafza, Abderramán nació en un monasterio del entorno de Damasco. Cuando el califa Marwan II fue derrotado y muerto en el año 750 en Egipto y se instauró la nueva dinastía de los abasíes, el joven omeya tenía menos de veinte años. El nuevo califa Abu-al-´Abbas temeroso que la influencia que aún poseían los omeyas pudiera amenazar el derecho al trono de su familia invito a sus rivales a la ciudad palestina de Abú Futrus, donde se llevaría a cabo un banquete donde se masacraron a los omeyas asistentes (25 de julio de 750). Los únicos sobrevivientes de la masacre fueron Abd ar-Rahman, su hermano Yahya, su hijo de cuatro años Sulayman, sus hermanas y un liberto de origen griego, Badr. Haciéndose pasar por refugiados huyeron de Damasco a una aldea, donde fueron perseguidos por los soldados de Abbas, Abd ar-Rahman tuvo que dejar a sus hermanas y su hijo escapando al desierto.

Junto con su hermano Yahya y su liberto se refugió con tribus beduinas en el desierto. Los abasidas persiguieron a sus enemigos sin piedad; llegando al río Éufrates seguidos de cerca por sus enemigos, Abd ar-Rahman y Bard cruzaron nadando a la otra orilla pero Yahya no pudo y tuvo que regresar donde fue capturado y decapitado, tras ver esto ambos fugitivos huyeron primero a Palestina y Siria y después al norte de África, el refugio común para aquellos que querían escapar de los abasidas.

Después de un tiempo Abderramán descubrió que su vida estaba amenazada y huyó aún más lejos hacia el oeste, refugiándose entre las tribus bereberes de Mauritania (en la tribu de los nafzas a la que pertenecía su madre) pero estos terminaron por expulsarlo. En sus viajes le acompañaban Bard y algunos pocos fieles a los omeyas. En medio de estos peligros mantuvo sus ánimos gracias a su confianza en una profecía de su tío abuelo Maslama, según la cual él restablecería la fortuna de su familia.
Abderramán comprendió que podía buscar apoyos en España en los sirios leales a su familia, descendientes de aquellos que habían intervenido en la conquista de la Península, cuatro décadas antes. De esta forma, Abderramán, embarcó para llegar a las costas de Granada (Almuñécar) en el año 755, con la intención de buscar nuevos seguidores que afianzaran sus posibilidades de alcanzar el poder que no había logrado en África. En aquellos años Al-Andalus era un territorio debilitado por continuos enfrentamientos étnicos. El país estaba en un estado de confusión debido al débil liderazgo del Emir Yusef o Yusuf, una simple marioneta en manos de una facción, y estaba dividido por las tensiones tribales entre árabes y los conflictos raciales entre éstos y los bereberes. En el Castillo de Turrush, Algarinejo (Granada), y apoyado por los mozárabes de la fortaleza, reclutó un pequeño ejército con el cual asaltar posteriormente el poder. Ahí fue proclamado gobernante por sus partidarios leales a los omeyas y los opositores a Yusef. En aquel momento Yusef no pudo hacerle frente porque se encontraba auxiliando a Zaragoza, sitiada por los rebeldes. Yusef volvió al sur inmediatamente, pero sus tropas habían sufrido fuertes pérdidas en el norte.

Para comprender este hecho no hay más que percatarse en el conglomerado de razas y religiones que constituían este territorio. En el aspecto étnico, convivían hispanorromanos, visigodos, sirios, árabes y bereberes. En lo relativo a los credos religiosos, coexistían musulmanes "viejos" que no eran otros que los propios conquistadores y sus descendientes, antiguos cristianos convertidos recientemente al Islam para evitar impuestos (llamados muladíes), cristianos que deseaban mantener su religión (mozárabes) y un importante grupo de judíos.

Abderramán reunió un ejército de leales formado por sirios, yemeníes y beréberes, y derrotó, tras una breve guerra, al emir Yusuf. Yusef comenzó negociaciones, y ofreció a Abderramán una de sus hijas en matrimonio y tierras. Este no aceptó y conseguida la victoria, entró en Córdoba y se dirigió al Alcázar, donde expulsó a unos soldados que se le habían adelantado y estaban saqueando el palacio. Los yemeníes, enfadadados por la prohibición del saqueo, se dirigieron a Abu Sabbah Yahya al-Yashubi, que les propuso matar al pretendiente con objeto de que el poder pasara de nuevo a manos de los kalbies yemeníes. Su propuesta fue rechazada.
Se proclamó emir independiente de Al-Ándalus en Archidona el 16 de marzo y los abasidas de Bagdad perdieron este territorio.8 Poco después Abderramán entró triunfante en Córdoba con su espléndido caballo blanco, el día del 'Aid al-Kabir (commemoración del sacrificio de Abraham). Inmediatamente después liberó de la esclavitud a una visigoda conversa al Islam a la que desposó. Ella fue la madre de Hisham I.
Para asegurar su supremacía sobre las demás facciones en disputa Abderramán procuró la creación de un ejército profesional de hasta 40.000 hombres, con el fin de ganar la lealtad de sus hombres el mismo los entrenaba y elegía a sus oficiales. Incluía a cristianos (hispanos, francos y eslavos), bereberes y mamelucos entre sus filas y gentes de todas las clases sociales, incluso esclavos, que recibían una paga permanente.
Abderramán I se mantendría en el trono hasta su muerte y en los más de treinta años de gobierno sus esfuerzos fueron dirigidos a crear un estado organizado y fuerte, siguiendo el modelo de gestión de los omeyas de Damasco. Abderramán I creó un fuerte estado (emirato-califato de Córdoba) que a pesar de sus constantes tendencias disgregadoras e independentistas, fue capaz consolidar un estado musulmán en la Europa occidental y arremeter contra la nueva organización de resistencia cristiana del norte.

Información:
Wikipedia
Biografias.