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domingo, 2 de diciembre de 2012

ESTÉTICA FEMENINA II

EL ARREGLO PERSONAL
 
   La mujer musulmana libre llevaba el pelo largo pero hay constancia de que se cortaba dos mechones de cabello y los rizaba para enmarcar el rostro, formando dos aladares. En las miniaturas de la Historia de los amores de Bayad y Riyad, las mujeres que aparecen llevan este peinado y las referencias al mismo son numerosas en la poesía:

   " Los rubios cabellos que asomaban por sus sienes dibujaban un lam en la blanca página de su mejilla, como oro que se corre sobre plata "

   Este lam es una letra del alfabeto árabe que tiene forma de J, de manera que podía convertirse en la imagen gráfica del tipo de mechones que caían sobre el rostro.
Con respecto al maquillaje, se sabe que usaban colorete en las mejillas. Al- Saqati recoge la composición del mismo: harina de habas y de alcarceña, raíces azafrán, bórax y alheña. Las mejillas coloreadas debían destacar sobre un cutis limpio de pecas y manchas bien blanqueado. Los ojos se los maquillaban con kuhl o sulfuro de antimonio.
   Referente a los cuidados del cuerpo, las andalusíes se teñían con alheña las manos tal y como se sigue haciendo hoy en muchos países islámicos. En cuanto al vello corporal había una receta para controlar el exceso del mismo especialmente en dos zonas: las axilas y el pubis. Estas partes tenían que ser frotadas con un ungüento compuesto de raiz de pimienta, albayalde, alumbre, agua de beleño y vinagre. No se trataba de un depilatorio sino de un inhibidor del crecimiento del vello que debía ser aplicado en la pubertad aunque también existían auténticos depilatorios. Un tratamiento para eliminar el vello consistía en untarse cal viva, huevos de hormigas, aceite de cocer ranas o salamanquesas o, en su defecto, hiel de conejo y, por último, lavarse la zona a depilar con jebe, bórax y asfa.
    En lo que refiere a las partes íntimas femeninas se conservan recetas destinadas a preparar a la mujer para el coito y para hacerlo más placentero, especial atención se pone en humectar y estrechar la vagina o rejuvenecer las vulvas deterioradas a consecuencia de los partos.

María Dolores Rosado Llamas.
Erotismo en al-Andalus. Imagen de la mujer como sujeto y objeto sexual.