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viernes, 11 de octubre de 2013

Sancho Garcés III. Rey de Pamplona " El Mayor "

Sancho Garcés III (c. 990/92 – 18 de octubre de 1035), apodado el Mayor o el Grande, fue rey de Pamplona desde el año 1004 hasta su muerte. Dominó por matrimonio en Castilla, Álava y Monzón (1028–1035), que aumentó con el Condado de Cea (1030–1035), a lo que añadió los territorios de Sobrarbe y Ribagorza desde 1015 y 1018, respectivamente. Su intervención en el corazón del Reino de León en 1034-1035 ha sido objeto de interpretaciones opuestas, desde una guerra relámpago a una colaboración más o menos voluntaria con Bermudo III (ya que la documentación no menciona luchas entre leoneses y navarros).

Designado en una carta como Rex Ibericus por el Abad Oliva y Sancio rege Navarriae Hispaniarum por el cronista galo Rodolfus Glaber, autores como Germán de Iruña sostuvieron en 1935 la discutida interpretación de que en 1034, tras la toma de León, se hizo proclamar Imperator totius Hispaniae, en base a una moneda con la inscripción «Imperator» acuñada en Nájera y atribuida a este monarca. Dicha moneda actualmente es considerada posterior a Sancho el Mayor, y las afirmaciones que sostenían que se intituló imperator carecen de fundamento.

Reinado
Sus padres fueron García Sánchez II el Temblón y la reina Jimena Fernández, hija de Fernando Bermúdez, Conde de Cea, y la condesa Elvira Díaz de la casa de Saldaña. Ascendió al trono entre el año 1000 y el 1004, heredando el reino de Pamplona con el condado de Aragón, bajo la tutoría de un consejo de regencia integrado por los obispos, su madre y su abuela Urraca Fernández.
Tenía su residencia en Nájera y se le considera el primer rey europeísta, extendiendo sus relaciones más allá de los Pirineos, con el ducado de Gascuña, y aceptando las nuevas corrientes políticas, religiosas e intelectuales.
Su reinado coincidió con la crisis del mundo califal, iniciado a la muerte de Almanzor y terminado con el principio de los Reino de Taifas. Pretendió la unificación de los Estados cristianos, bien por vínculos de vasallaje o bajo su propio mando.

Condado de Castilla
Inició un período de relaciones cordiales con el Condado de Castilla, facilitadas por su matrimonio con Munia, también conocida como Mayor, hija del conde castellano Sancho García. De este matrimonio nacieron Fernando (conde de Castilla), Gonzalo (régulo de Sobrarbe y Ribagorza) y las hijas Mayor y Jimena, reina de León al casarse con Bermudo III.

En el año 1016 Fortún Ochoa de Cameros en el nombre de Sancho el Mayor y Nuño Álvarez de Bureba, enviado del conde de Castilla Sancho García, establecían mediante acuerdo y conveniencia los límites entre el Reino de Navarra y el Condado de Castilla en el tramo riojano-soriano, frontera que arrancaba desde el Monte San Lorenzo hasta Garray. Concluyendo a favor del reino navarro las disputas sobre el control de la zona riojana de San Millán de la Cogolla, donde Castilla tenía gran influencia desde los tiempos de Fernán González, como se puede comprobar en la documentación de San Millán.

Sancho III apoyó el matrimonio entre García Sánchez de Castilla (hijo de Sancho García) y Sancha de León. Cuando García se dirigía a León para desposarse, fue asesinado. Por su matrimonio con Muniadona de Castilla (hermana de García Sánchez), correspondió a Sancho regir los destinos de Castilla y Álava, si bien parece ser que se le exigió que fuera su segundogénito quien fuera designado como conde de Castilla, y aunque Sancho nunca fuera conde de Castilla, pasó a gobernar su territorio.

Desde el año 1030 aparece rigiendo sobre las tierras del condado de Cea, «Regnante rege Sanctio in Ceia et rege Ueremudo in Legione». El territorio de Cea además entraba dentro de su influencia, ya que la madre de Sancho el Mayor era hermana del conde de Cea Pedro Fernández, muerto alrededor del año 1028. Conquistó Astorga y León (1034). Si bien durante mucho tiempo se consideró que Sancho se tituló imperator, se trata de una teoría que sostuvo en 1935 Germán de Iruña y fue seguida por numerosos autores, tomando como base una moneda atribuida a su reinado con la inscripción «Imperator» acuñada en Nájera. Pero dicha moneda sería un ejemplar único y actualmente es considerada posterior a Sancho el Mayor, tratándose de una emisión del reinado de Alfonso VII de León, por lo que la base que sostenía que se intituló imperator carece de fundamento.

El 21 de diciembre de 1034 Sancho restauró la sede palentina, encomendando al obispo Ponce la organización de la misma.

Condado de Ribagorza
Aprovechó las dificultades internas de Sobrarbe-Ribagorza para hacer valer sus intereses como descendiente de Dadildis de Pallars y marido de Muniadona, que era nieta de Ava de Ribagorza.
Las tierras de Sobrarbe, asoladas por el califato, fueron incorporadas al reino de Pamplona hacia 1015.8 A la muerte de Guillermo Isárnez de Ribagorza, entre finales de 1017 y comienzos de 1018,9 Sancho Garcés se hizo con el control del territorio ribagorzano correspondiente a Guillermo Isárnez,10 en base a que su esposa era su legítima heredera. El resto del territorio ribagorzano correspondiente a Mayor de Ribagorza en base al reparto de 1010,11 fue incorporado por el rey de Pamplona hacia 1025.12

Gascuña

Bajo su mandato el reino cristiano de Nájera-Pamplona alcanzó su mayor extensión territorial, abarcando casi todo el tercio norte peninsular, desde Astorga hasta Ribagorza. A la muerte de Sancho Guillermo, conde de Gascuña, el 4 de octubre de 1032, trató de extender su autoridad sobre la antigua Vasconia ultrapirenaica comprendida entre el Pirineo y el Garona, aunque no lo consiguió, al heredar el ducado Eudes:

Por el Norte, la frontera del reino pamplonés está clara, los Pirineos (caso de haberse extendido la autoridad de los reyes navarros hasta el Baztán, lo que es lo más probable, pero que no se puede acreditar hasta el 1066), y no se modificó. No es cierto, pese a todas las veces que se ha dicho, que Sancho III lograra el dominio de Gascuña (la única Vasconia de entonces, es decir, el territorio entre los Pirineos y el Garona, en el que la población que podemos considerar vasca por su lengua sólo era una minoría). El rey navarro únicamente pretendió suceder en 1032 al duque de Gascuña Sancho Guillermo, muerto sin descendencia, lo que bastó para que en algunos documentos se le cite reinando en Gascuña. Pero la verdad es que la herencia recayó en Eudes.

Su lugar de enterramiento aún constituye objeto de controversia, puesto que tanto el Monasterio de San Salvador de Oña (Oña) como la Panteón de los Reyes de San Isidoro (León) tienen tumbas que afirman corresponden a este monarca, y fuentes escritas que documentan ambos.13 14 Aun así, la mayoría de los historiadores consideran que Sancho está enterrado en Oña.

Reparto entre sus hijos

Antes de morir (1035) realizó testamento según el derecho navarro, por el que el reino patrimonial de Pamplona sería heredado por su primogénito, García, que gobernaría directamente en Pamplona, más algunas tierras en Aragón. El condado de Castilla, herencia de su mujer pero vinculado al reino de León, fue repartido entre dos hijos legítimos: a García le correspondió Álava y gran parte del Condado de Castilla (La Bureba, Montes de Oca, Trasmiera, Encartaciones y Castilla Vieja); mientras que Fernando, que ya había sido designado como conde de Castilla en 1029, recibió un mermado condado de Castilla (la zona burgalesa hasta el Duero) y dependientes del rey de Pamplona: así Ramiro recibió tierras en Aragón y en Navarra, y Gonzalo en Sobrarbe, Ribagorza y en otros puntos distantes de Aragón. Así lo sostiene Philippe Sénac:

«On a longtemps supposé, à partir de sources telles que la Crónica Silense ou la Crónica Najerense, que Sanche III divisa son royaume entre ses fils selon des parts qui reflétaient la hiérarchie des droits à l'intérieur de la famille royale. Ramire, né avant le mariage de son père avec domna Muña, la fille du comte de Castille, aurait reçu l'Aragon, puis, suivant l'ordre de primogéniture, García la Navarre, Fernando la Castille, et Gonzalo le Sobrarbe et la Ribagorce. Cette thèse repose sur un document daté de 1035, dans lequel Sanche III remit le territoire aragonais à son fils Ramire, Loarre, San Emitier et les villas qui en relevaient à Gonzalo, et Ruesta et Pitiella à García. Cette thèse fut d'abord mise en cause par J.-M. Ramos Loscertales pour lequel elle semblait contraire aux traditions employées á l'époque en matière de transmission successorale, puis définitivament rejetée par A.Ubieto. Selon cet auteur, l'emsemble du royaume de Sanche III revint a García; Fernando reçut le titre de comte de Castille, Gonzalo de regulus en Sobrarbe et Ribagorce, et Ramire celui de regulus en Aragon».

Algunos autores como Tomás Urzainqui sostienen que:

«Sancho III el Mayor no tuvo que adjudicar nada a su hijo Fernando en forma testamentaria, ya que el condado de Castilla lo había recibido éste, en 1029, directamente por los derechos de su tío el "infant" García, derechos que habían correspondido a la madre de aquél doña Mayor». De hecho, Fernando tras la muerte de su tío García Sánchez en León aparece en la documentación como conde de Castilla: «regnante rex Sancio In Legione et comite Fernando in Castella», «Fredinando Sánchez comitatum gerente», «regnante gratia Dei, principe nostro Sanctio et prolis eis [sic] Fredenandus comes».


La Península Ibérica el año 1030, incluyendo el condado de Castilla durante el reinado de Sancho III.
No obstante, la herencia de Sancho el Mayor ha sido motivo de polémica entre los historiadores, dado que algunos no aplican el derecho navarro a dicha herencia. Así José María Lacarra afirma que:

«Lo cierto es que la tradición jurídica pirenaica, establecida ya en el siglo X por la dinastía de Sancho Garcés, se basaba precisamente en la no desintegración del Reino, es decir, en transmitir al sucesor todos los territorios. En el Reino de Pamplona, territorios distantes como Aragón y Nájera se mantienen bajo las mismas riendas a la muerte de Sancho Garcés I (905–925). Ahora bien, aun cuando el primogénito era el único que heredaba los bienes patrimoniales, es decir, el Reino, con los acrecentamientos que éste hubiese obtenido, el deseo de dotar a los demás hijos había introducido la costumbre de constituirles un patrimonio con bienes territoriales que podían trasmitir a su herederos, aunque sin desvincularlos del Reino, ya que éstos estaban sometidos a la fidelidad debida al Soberano, y los bienes eran tenidos "sub manu" del primogénito».

El desmembrado condado de Castilla heredado por Fernando I volvería a estar, tras la muerte de Sancho, bajo la autoridad del rey de León, como pone de manifiesto la documentación castellana, donde se sigue consignando el nombre y título del rey de León.

Nupcias y descendientes

De soltero tuvo un primer hijo con Sancha de Aibar:

Ramiro I de Aragón, (c. 1006/7 - 8 de mayo de 1063) régulo de Aragón (tenido en aquellos tiempos por bastardo), casado con Gilberga (Hermesenda) Roger de Bigorra (m. 1049) y con Inés de Aquitania.
Contrajo matrimonio con Muniadona de Castilla hacia 1011, con quien tuvo cinco hijos:

García Sánchez III de Pamplona «el de Nájera», rey de Pamplona (c. 1012 - 1054), casado con Estefanía de Foix.
Fernando Sánchez «el Grande» (c. 1016 – 1065), conde de Castilla (1029–1037) y rey de León (1037–1065), casado con Sancha de León, hermana de Bermudo III.
Jimena Sánchez (1018-1063), que contrajo matrimonio con el rey Bermudo III de León.20
Gonzalo Sánchez (c. 1020 - 1045), régulo de Sobrarbe y Ribagorza.