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miércoles, 13 de junio de 2012

LA Leyenda de la Torre del Oro.





Leyenda:

"La famosa torre Sevillana, que tiene un gran prestigio en la tradición y la leyenda, conserva el recuerdo de sus airosas formas morunas, como las de la sultana que aguardaba una cita amorosa en la ribera del Guadalquivir. Toma el nombre de Oro porque de ese color eran los cabellos de la bellísima dama, a quien el rey Don Pedro tuvo encerrada en la torre, aprovechando la ocasión de que el marido de la dama se encontraba guerreando con sus soldados.
La hembra de los cabellos de oro, por guardarse de las tentaciones del mundo, se había encerrado en un convento aguardando la vuelta del esposo para dejar la clausura.
Sucedió que el rey, para el cual no había clausura en los conventos, vio un día a la señora de la cabellera de oro, cuyas trenzas, por lo abundantes, no podía ocultar en la toca monjil, y se enamoró de ella. Era una santa la monja, y se consideró perdida porque Don Pedro era un hombre que lo que quería hacía, y valiéndose de la fuerza que le daba ser el rey, la sacó del convento encerrándola en la torre.
La dama no pensó jamás en quitarse la vida, pero sí en sacrificar su hermosura. Lo primero que hizo fue cortarse la espléndida cabellera de aquel oro tan codiciado por el rey, y después pensó en arrojarse a la cara un frasco de vitriolo.
La hermosa estaba tan bien custodiada en la torre, que le fue imposible adquirir el vitriolo, y como se valiera de una mujer que estaba a su cuidado para conseguirlo, ésta, en lugar de proporcionárselo, se lo contó todo al rey Don Pedro. El monarca se puso furioso al conocer las horribles resoluciones de su prisionera. Abusó de la pobre dama indefensa, devolviéndola luego al convento. Pero ella no esperó el regreso de su esposo, si no la muerte, que no tardó en llegar, siendo más humana y piadosa que Don Pedro.
Su esposo no llegó a verla ni viva ni muerta. Agravado y ansioso de venganza, fue a reunirse con "El Bastardo", un hermano de Don Pedro, cuando los dos hermanos estaban enzarzados en una guerra de exterminio.
El fin de Don Pedro fue desastroso como todos sabemos."

La Torre del Oro fue levantada en el primer tercio del siglo 13, en los postreros momentos de los reinos de Taifas y ya desde su nacimiento fue llamada por este nombre “Torre del Oro”, que en árabe es Borg-al-Azajal.
"La leyenda cuenta que la Torre del Oro servía como refugio a las damas que cortejaba el Rey Pedro I el Cruel, cuyo más celebre amorío fue el de doña Aldonza, hermana de doña María Coronel, que vivía aquí, en la Torre del Oro, mientras que su esposa, María de Padilla, habitaba en el Alcázar."

Pedro I el Cruel:

(Burgos, 1334-Montiel, España, 1369) Rey de Castilla y León (1350-1369). Hijo de Alfonso XI de Castilla y León y de María de Portugal, sucedió en el trono a su padre con tan sólo quince años (1350). A fin de fortalecer la autoridad real, Pedro I limitó los privilegios de la nobleza, cuyo malestar no tardó en cristalizar en forma de revuelta en 1353. Sin embargo, la rebelión de la aristocracia castellana, liderada por Enrique de Trastámara, hijo ilegítimo de Alfonso XI, fue rápidamente sofocada por el monarca, gracias al apoyo de la pequeña nobleza, la burguesía urbana y la comunidad judía. En 1354, Pedro I contrajo matrimonio con Blanca de Borbón, a la que repudió al poco tiempo para poder casarse con Juana de Castro, a pesar de estar unido sentimentalmente a María de Padilla, cuyos hijos fueron legitimados en las Cortes de Sevilla (1362). La lucha por la hegemonía peninsular provocó, en 1356, el inicio de una larga guerra entre Castilla y Aragón, en la que en un principio se sucedieron las victorias del ejército castellano, que ocuparon gran parte de Aragón y Valencia (1359). Pedro IV de Aragón, no obstante, maniobró con habilidad para hacer estallar en Castilla una cruenta guerra civil alentando el descontento nobiliario y apoyando a Enrique de Trastámara. En 1365, el conflicto adquirió carácter internacional por la intervención de Francia y el Papado a favor de Aragón, y Granada, Inglaterra y Navarra al lado de Castilla. A pesar del triunfo de las tropas de Eduardo el Príncipe Negro, hijo de Eduardo III de Inglaterra, sobre los rebeldes castellanos en Nájera (1367), ingleses y navarros acabaron por abandonar al castellano Pedro I, quien fue derrotado y muerto por su hermanastro, futuro Enrique II de Castilla y León, en la batalla de Montiel, el 23 de marzo de 1369.




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